Técnica que permite disminuir la excesiva movilidad de algunos músculos faciales que facilitan la aparición de las arrugas de expresión y su recolocación en posiciones de anclaje antienvejecimiento, potenciando los músculos elevadores y disminuyendo la potencia de los músculos depresores que facilitan el descolgamiento facial, devolviéndole al rostro el aspecto relajado y descansado de varias horas de sueño reparador.
Asimismo, al disminuir en las glándulas sudoríparas la potencia del músculo excretor del sudor, disminuye el tamaño del poro, aumenta la capacidad de retención de agua (capacidad hidroscópica) y se consigue un aspecto más hidratado, liso y uniforme de la piel en las zonas tratadas.
Con las indicaciones avanzadas es posible tratar estéticamente la cara, cuello y escote; consiguiéndose un acabado global de efecto lifting.
Zonas a tratar mediante toxina botulínica:
Indicaciones básicas:
Tercio superior:
– Entrecejo.
– Frente.
– Patas de gallo.