Es lo que se define como ritmo circadiano, que se ve reajustado cada día por los sincronizadores externos: día/ noche // trabajo / reposo // estrés / deporte… Así pues, nuestras células tienen noción del momento del día en el que nos encontramos y que se puede sintetizar en dos fases horarias:

– 5 am a 17 pm: generan energía necesaria para la actividad física y mental.
– 17 pm a 5 am: zona horaria de reparación y regeneración celular.

Las pautas básicas de la cronobiología nutricional recomiendan:

– Tomar los alimentos en el momento de máxima eficacia según el ritmo circadiano diario.
– Suplementos de neuromediadores o neuromoduladores: La noradrenalina, dopamina, serotonina, melatonina juegan un papel importante en la regulación de muchos parámetros de nuestro organismo: humor, bienestar, sueño y comportamiento alimentario.

Estos neurotransmisores requieren un aporte de precursores:

Tirosina.
Por la mañana: induce un estimulo de dopamina y noradrenalina que a su vez producen:

– Estímulo de la actividad física e intelectual.
– Aumento de la capacidad de reacción frente al stress.

Triptófano.
Por la tarde: induce un estimulo de serotonina y melatonina, que producen:

– Serenidad y relajación.
– Aumento de tolerancia a la frustración.
– Preparación al sueño.
– Regeneración celular.
– Disminución de las tendencias compulsivas

Actualmente, y siguiendo el concepto de ritmonutrición, se han perfeccionado las dietas de aporte proteico siguiendo los ritmos biológicos circadianos y ayudando con suplementos nutricionales y precursores de los neuromoduladores desde el inicio de la dieta, permitiendo un mejor y más cómodo cumplimiento y por tanto mejores resultados tanto a corto plazo como a largo plazo en el mantenimiento del peso.