Técnica médica que consiste en la utilización de sustancias químicas sobre la piel para exfoliar y renovar sus capas, eliminar imperfecciones y unificar el tono cutáneo.
Con el paso de los años el recambio celular enlentece, produciéndose un acumulo de células muertas en las capas más superficiales de la piel que aparece con un aspecto opaco, mate y apergaminado, produciéndose un efecto oclusivo que impide su correcta oxigenación y la penetración de los cosméticos.
Existen diferentes tipos de peelings cuya indicación depende de la edad, la época del año y del tipo de piel y que después del tratamiento permiten devolverle un aspecto más luminoso, terso, hidratado y con una disminución de arrugas finas.
Según la composición del peeling utilizado, se obtendrán diferentes grados de exfoliación cutánea. El número de sesiones es personalizado en función del diagnóstico de cada paciente.